Cristina es una artista que comprende de un modo extraordinario el sentido y la pertenencia del espacio. Las formas y trazos de sus obras son vehículos de expresión que transmiten sensaciones y emociones. Las líneas curvas y fluidas evocan movimiento y vida, mientras que las formas geométricas y precisas sugieren orden y estabilidad. Esta dualidad en la representación visual permite una rica interpretación de las piezas, donde cada trazo y cada forma contribuyen a una asociación armónica.
La pertenencia en conjuntos es otro aspecto crucial de su trabajo. Las obras no se presentan de manera aislada, sino que forman parte de un todo cohesivo. Cada pieza es un fragmento de un diálogo mayor, una conversación visual que se desarrolla a lo largo de su evolución pictórica. Esta pertenencia a un conjunto no solo refuerza la narrativa curatorial de su constante propuesta, sino que también crea una experiencia inmersiva para el espectador, quien se ve envuelto en un viaje sensorial y emocional.
Una de las cualidades más grandes de Arnedo como artista plástica, es su capacidad de representar el vacío no como una ausencia, sino como una presencia cargada de significado sensorial y, quizás, hasta espiritual.
La propuesta artística de Cristina es una invitación a explorar la riqueza del diálogo cromático y formal, a sentir las emociones que emergen de cada trazo y forma, y a reflexionar sobre la presencia del hueco y sus opuestos en el lienzo. Cada obra es una ventana a un universo de sensaciones y pensamientos. Un testimonio del poder del arte para comunicar y transformar.
Mar Cuervo.